Es uno de los restaurantes de hamburguesas estadounidense más famoso del mundo. Esta verdadera fuente de soda con estilo cincuentero, con largos mesones y wurlitzer, llegó a Chile para quedarse. Y es que sus hamburguesas, malteadas y atención impecable no dejan indiferentes a los comensales. Además de sus generosas porciones, papas fritas y bebidas funcionan con el sistema refill (te rellenan si lo terminaste), algo que los visitantes hambrientos siempre agradecen.